Poema de Adrián César Desiderato
dedicado a Norma Fontenla, José Neglia, Martha Raspanti,
Margarita Fernández, Sara Bochovsky, Rubén Estanga,
Carlos Santamarina, Antonio Zambrana y Carlos Schiaffino
ELITE ESCUELA DE ARTE Y DANZA - BUENOS AIRES - REPÚBLICA ARGENTINA
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Estoy en la fuente de las penas, hoy está colmada,
¡Dios mío, cuánto hemos llorado!
Un heraldo de mejillas húmedas trajo su mensaje de otoño...
Fue a orillas del crepúsculo, la muerte se escondió en el río
y tendió su trampa de metal, ¡qué naufragio de alondras!,
¡qué sucio gusto a crimen!
Un silencio de agujas mordió todas las carnes
y octubre se manchó de tristeza.
Terpsicore andaba como loca, desgreñada, doliente,
y en un rapto de brumas se abrió las venas
con un puñal de lágrimas.
La tarde entera cayó rota de nubes
y abandonó en los ojos limpios charcos de lluvia
Ante un llanto de niños, un ángel blanco se ahorcó con una pena.
Yo guardé mis ojos y me fui en busca de un silencio
a encontrar el poema.
En las aguas se astillaba la tarde... Lentos ángeles negros
soplaron sus trompetas de sombra y ellos quedaron solos,
solos y tiernos en la noche del río, presos en un delirio de metal.
¡Qué naufragio de alondras! ¡Qué sucio gusto a crimen!
¡Dios mío, bendice mi poema! Un vuelo de nueve pájaros
se soltó desde el río... ¡Que doblen todas las campanas!
¡Ha muerto el niño brujo! ¡ha muerto el cisne de Saint-Saëns!
¡Qué absurdo hace el mármol donde todo fue viento!

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