Vaslav Nijinsky (1890-1950)
Nació en Kiev el 28 de febrero de 1890 (otros 1889). Hijo de padres bailarines (su padre Tomás Nijinski pertenecía a la cuarta generación de una familia de bailarines que transmitía el conocimiento de ese arte de padres a hijos), fue uno de los más célebres bailarines de la historia de la danza. Actor admirado y coreógrafo brillante, cuenta, entre sus muchos logros artísticos, con el ballet “La consagración de la primavera”, de Stravinsky, auténtico hito en la historia del arte moderno. Fue un personaje legendario tanto por los papeles que interpretó—exóticos, andróginos, con fuerte contenido sexual—como por su vida personal—la relación homosexual con Diághilev, el director de los Ballets Rusos-
Fue alumno de Enrico Cecchetti en la Escuela Imperial de Danza de San Petersburgo y admirado por su expresividad y por lo depurado de su técnica al ejecutar los movimientos. Actuó junto a eximias bailarinas como Lydia Kyasht, Ludmilla Schollar y Kchessinskaia, quien era la bailarina preferida del zar.
Interpretó "Le pavillom d'Armide", "La forêt enchantée", "Seherazada", "La siesta de un fauno" y "El espectro de la rosa". Sergel Diaghilev lo llevó a París para encabezar su nuevo ballet ruso, en el que actuó de 1909 a 1914 y que por entonces representaba la mayor atracción del mundo del arte.
A fines de 1913, el Ballet Ruso viajó en una gira artística por América; al llegar a Buenos Aires, Nijinski se casó con una bailarina húngara de la compañía; Diaghilev al conocer el hecho despidió a ambos.
Nijinski volvió a Londres, organizó una pequeña compañía y bailó en el Palace Theater; luego viajó con su esposa a Austria donde los sorprendió la Primera Guerra Mundial y por ser ruso fue confinado primero en Budapest y luego en Viena. El encierro agravó los trastornos mentales del bailarín.
Luego de su liberación, hizo una gira por toda América pero su complejo de persecución se agudizaba; viajó con su esposa a Suiza donde fue necesario recluirlo en un sanatorio. Sus últimos años los pasó en Londres en una situación emocional deteriorada. Murió en esta ciudad en 1950. El temprano final de su carrera a causa de la locura acabó de elevar su figura a la categoría de mito. Acantilado ha publicado su “Diario” (2003).
