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Enciclopedia de Danza

Breve historia del Flamenco
Palos (Sevillana)

SEVILLANA. [De sevillana, natural de Sevilla]. Cante con copla similar a la clásica seguidilla castellana, es decir, la formada por cuatro o siete versos, de los cuales son, en ambos casos, heptasílabos y libres el primero y el tercero, y pentasílabos y asonantes los otros dos; cuando consta de siete, el quinto y el séptimo tienen esta misma medida y forman también asonancia entre si, y el sexto es, como el primero y el tercero, heptasílabo y libre. Se acopla también a la cuarteta, es decir, a la estrofa de cuatro versos octosílabos. Actualmente y dada las introducciones realizadas por los músicos profesionales en el estilo primigenio, abundan en sus letras muy diferentes formas desde los puntos de vista literario y musical. Es el arquetipo de la canción folklórica aflamencada y tuvo siempre la finalidad de acompañar el baile del mismo nombre. Se caracteriza por su gracia, su viveza, su ágil dinamismo y su flexibilidad. Su toque de guitarra se hace en cualquier tono.
Baile de pareja que se ejecuta en serie de cuatro actualmente, cada una coreográficamente distinta, con un breve intervalo entre una y otra. Sus movimientos más significativos son los paseos, las pasadas y su remate, pues sobre el último compás el cante, la música y el baile cesan juntos y repentinamente, debiendo los intérpretes quedar en una actitud garbosa y provocativa, dada su calidad de baile de galanteo.
José Blas Vega: «La sevillana es una de las formas que más han evolucionado musical y literariamente. Actualmente Junto al enriquecimiento popular de que hacen gala los compositores, los letristas ajustándose a los compases musicales emplean distintas fórmulas métricas para conseguir un mayor y mejor contenido poético».
Ana María Durand-Viel, autora del tratado La sevillana, registra las siguientes variantes del estilo: boleras, corraleras, de las cruces de mayo, bíblicas, marineras, litúrgicas, de feria, rocieras y de escuchar. Los temas de las coplas son de exaltación de lo andaluz en todos los órdenes principalmente, así como el amoroso, y últimamente de alabanza a la Virgen del Rocío y a su famosa romería de manera predominante. La autora anteriormente citada ha escrito lo siguiente sobre el cante y el baile de la sevillana, cada día más popularizado dentro y fuera de Andalucía: «Hoy día, vemos una sevillana en plena expansión y en plena evolución gracias a su paso del patrimonio exclusivamente popular a la influencia de los artistas profesionales o semiprofesionales, que han propiciado un éxito comercial sin precedentes... Si en las innovaciones métricas y musicales, los puristas quieren ver signos de decadencia o de "bastardización", no podrán negar el enriquecimiento de la expresión poética y temática de la sevillana. Que los músicos den nuevas dimensiones a la parte instrumental de la sevillana no nos parece peligroso, ni tampoco el hecho de que a veces abandonen el acompañamiento puramente rítmico para adornar la introducción a la sevillana con motivos inspirados en la magnífica escuela de la guitarra flamenca. Que las castañuelas sean abandonadas a beneficio del arte de los brazos y de las manos, típico del flamenco, no nos parece amenazar la originalidad de la sevillana». Recientemente se ha editado un disco de sevillanas, con temas alusivos a la provincia de Cádiz, promovido por la Caja de Ahorros de Jerez y realizado por Cinterco, con la aportación de letras compuestas por destacados poetas andaluces, encabezados por Rafael Alberti, que responde en muchos aspectos a la teoría transcrita. Algunas grandes figuras del cante que han registrado versiones de la sevillana en grabaciones discográficas, han sido a lo largo del tiempo La Niña de los Peines, Bernardo el de los Lobitos, Manuel Vallejo, La Paquera, María Vargas y Manuel Gerena. A partir de los hermanos Toronjo y los hermanos Reyes, desde los años sesenta hasta la fecha, no han cesado de surgir conjuntos dedicados a la interpretación a varias voces del estilo, entre ellos Los Marismeños, Los Romeros de La Puebla, Amigos de Gines, Brisas de Huelva, Los Rocieros, Los Bayuncos, Los del Mar, Los de La Trocha, Los del Río, Los Alegría, Los Choqueros, Los Doñana y un largo etcétera, que han competido con El Pali, su mejor intérprete, alcanzando algunos de ellos gran popularidad tanto en España como en el extranjero. El escenario de la sevillana, aparte de su inclusión en algunos espectáculos y tablaos flamencos, ha sido tradicionalmente la caseta de la feria, pasando después a las romerías; pero su difusión en nuestros días es verdaderamente inusitada, bailándose y cantándose por toda España y algunos lugares del extranjero, en las modernas y abundantes salas rocieras, existiendo también numerosas academias para su enseñanza.

El Niño de la Albarizuela
Datos extraidos del Diccionario Flamenco
de Jose Blas Vega y Manuel Rios Ruiz
Cinterco - 1985.