Las fibras son elementos que se encuentran en forma natural en el reino vegetal (no existen en el reino animal) y que no pueden ser totalmente digeridas por las enzimas de los jugos digestivos del estómago y el intestino.
Desde el punto de vista fisiológico, las fibras tienen una gran capacidad de absorción de agua, formando así una virtual "esponja hidratada". Y de tal particularidad derivan unas consecuencias muy interesantes:
En el estómago se forma una masa viscosa y gelatinosa, que permanece buen tiempo allí, provocando una mayor sensación de saciedad y plenitud.
Se lentifica y aun disminuye la absorción de azúcares y grasas (colesterol y triglicéridos)